martes, 17 de abril de 2007

TERRITORIO LEON

El equivalente a los Yanquis, son los Industriales, el equipo más ganador de la pelota cubana.

Especial para EL NOTERIO

LA HABANA, Cuba.— Las concentraciones de los atletas mexicanos, pertenecientes a diferentes entidades federativas en la isla, llegaron a su fin. No así las de los atletas locales, que se preparan con todo para los Panamericanos de Río de Janeiro.
No obstante, la fiebre deportiva en las calles de La Habana, no terminan, sino por el contrario, el gran ambiente que impera en la capital cubana contagia hasta los visitantes.
No es para más, ya que a partir de esta semana inicia la XLVI Serie Nacional, equivalente a la gran final de las Ligas Mayores, aunque con marcadas diferencias.
La pelota cubana es semiprofesional, mientras que en Estados Unidos, lucen los jugosos contratos millonarios entre los peloteros, propensos y expuestos a innumerables lesiones que afectarían los gastos por concepto de nómina de sus clubes.
En la isla, el amor en juego se percibe hasta en el equipo menos favorito y que ha quedado eliminado de toda contienda. Pero, en lo que concierne a la gran fiesta, por ahora hay solo dos protagonistas: Santiago de Cuba e Industriales.
Los últimos son el equivalente de los Yanquis de Nueva York, el equipo campeonísimo, el de mayor tradición y que busca defender su corona, luego de que completaron la barrida en el clásico habanero, derrotando al equipo de la Provincia de La Habana en cuatro partidos.
Industriales busca repetir el título dentro de la cuadragésima-sexta serie nacional bajo los controles de Ray Vicente Anglada, actual monarca centroamericano y del caribe y que conquistó el título de la zona dirigiendo a la selección nacional en Cartagena de Indias, contando con la base que participó en el Clásico Mundial, aunque en esa ocasión con Higinio Vélez como manejador.
Pero, la historia no termina hablando sólo de los Leones, como también se le conoce al cuadro azul de la capital y que posee la corona de occidente, ya que tal y como lo ha anticipado el manejador de los santiagueros Antonio Pacheco, la máxima ilusión y deseo de todo equipo es ganarle a los Industriales.
“Nosotros reconocemos la calidad de su juego, no por gusto son los actuales campeones, pero los muchachos están listos para hacer un buen papel y a eso vamos en esta final”, mencionó recientemente el timonel del equipo campeón oriental en una entrevista al cronista cubano Antonio Díaz, autor de la columna “Jit”, una de las más leídas de toda Cuba, tanto en medios impresos como en medios electrónicos, uno de ellos, la página web de la federación cubana de béisbol aficionado.
La pelota es una religión para los aficionados en un territorio, donde por varios años el estado impartió restricciones en cuanto al culto, aunque la presencia de templos cristianos, católicos y las prácticas sincretistas como la santería y “Yoruba” se conjugan en un verdadero ritual popular en la cultura deportiva.
Los “Yabos” y “Orishas” mantienen la fe y oran por sus equipos favoritos. Algunos tal vez no podrán salir a los graderíos ya sea en Santiago o La Habana, por evitar que les pegue el sereno.
No obstante, seguirán la Serie Nacional a través de la televisión o la radio, en espera de que los campeonísimos se erijan nuevamente, o bien, que Santiago pueda dar la sorpresa y conseguir el séptimo galardón en su historia, tal como lo hicieron en las ediciones XIX, XXVIII, XXXVIII, XXXIX, XL y XLIV. En el béisbol, nada está escrito, y eso los cubanos lo saben muy bien.

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